jueves, 9 de septiembre de 2010

Bienvenida al curso

Bienvenidos/as un año más al colegio.
En primer lugar quiero agradecer la confianza que depositan en mí al dejar a mi cargo aquello a lo que más quieren en este mundo, por encima incluso de su propia vida.
Espero que a lo largo del curso nos vayamos conociendo y mejorando nuestra comunicación con el fin de favorecer el desarrollo de sus hijos e hijas.
Mi gran objetivo es que niños y niñas se diviertan, disfruten en el cole y sobre todo que vayan adquiriendo una serie de conocimientos, procedimientos y actitudes básicas que favorezcan su desarrollo.
El próximo viernes 10 de septiembre realizaremos un reunión en el aula donde les informaré sobre las normas internas del centro y del aula, la metodología de trabajo que pretendo seguir a lo largo del curso, los objetivos que me he marcado, así como otros temas de interés. Es por ello por lo que ruego asistan a dicha reunión debido a la importancia de los contenidos a tratar.
Un saludo.

martes, 8 de junio de 2010

Cuento: La guerra de las hormigas.



Este es un cuento que utilizo para concienciar a los niños y niñas sobre el maltrato a los animales tratando de enseñarles el amor por los animales.








LA GUERRA DE LAS HORMIGAS

Antonio es un niño muy travieso. Le encanta jugar en la calle, en el parque y en el patio de su casa. Siempre anda buscando pequeños insectos con los que le gusta jugar. Desde muy pequeñito, Antonio jugaba con los insectos sin hacerles daño, los cuidaba muchísimo y les buscaba comida. Ahora, ya tiene cinco años, y dice que ya es un niño grande, pero, ya no cuida tanto de los animalitos que encuentra, sino que los maltrata.

A veces, coge una araña pequeñita, le arranca las patas y va corriendo a enseñárselas a otros niños de su barrio.

Un día empezó a cazar mariposas, las metía en pequeños tarros de cristal y cuando tenía muchas, les arrancó una de sus alas para comprobar si así podían volar.

Al día siguiente, buscó en el jardín de su casa un buen número de escarabajos y les quitó las patas de atrás, dibujó una pequeña pista en el suelo y los colocó en la salida para ver cuál de ellos corría más y quién llegaba primero a la meta.

En otra ocasión, el travieso de Antonio fue buscando los hormigueros que había en el patio de su colegio y cuando los encontraba, pisaba la salida de las pobres hormiguitas que salían a buscar su comida para pasar el frío invierno. Así se pasó la media hora de recreo disfrutando al ver a las pequeñas hormiguitas desorientadas buscando la entrada de su casa y dando vueltas y vueltas alrededor de los montoncitos de arena que habían tapado la entrada. ¡ Cómo se divertía Antonio ese día!.

Al llegar a su casa quiso volver a divertirse otra vez como en el colegio, por lo que salió al patio de su casa y fue en busca de otro pequeño hormiguero que días antes había visto en la tierra del jardín. Sin pensarlo, dio un fuerte pisotón a la entrada y de nuevo comenzó a reírse de las pobres hormiguitas que no encontraban el camino de regreso a su casa. Así pasó toda la tarde hasta que ...

-Antonio pasa y dúchate que la cena está lista-le llamó su mamá desde la puerta.

Al acostarse, Antonio todavía se reía de las pobres hormiguitas sin casa .¿Dónde pasarán la noche ahora?- pensada mientras se dormía.

Pero esa noche le trajo sorpresas a Antonio. De pronto sintió que había algo que le bullía dentro de su pijama. Empezó a sentir miedo y se tapó hasta las orejas, pero esa cosa comenzaba a darle pequeños bocaditos por todo su cuerpo. Antonio gritaba y gritaba pero los mordisquitos no paraban. Dio vueltas y más vueltas para lograr quitarse de encima esa cosita que no paraba de morder todo su cuerpo, pero no lo conseguía.

-¡No puedo más, déjame tranquilo!- gritaba Antonio a su incómodo intruso.

Al destaparse, no podía creer lo que veía, cientos de hormiguitas cubrían su cuerpo y susurraban:

-Esta es la venganza por tu comportamiento. Nos has dejado sin casa, pues ahora viviremos contigo. Nos has dejado sin comida, pues comeremos de ti.
Antonio les pidió perdón, les suplicó que le dejaran dormir porque tenía mucho sueño, pero las hormiguitas no le hicieron caso y siguieron su tarea.

Así pasó Antonio toda la noche sin poder dormir y llorando de dolor. Al llegar el día, salió corriendo al patio y fabricó un precioso hormiguero para que viviesen allí y no le molestasen más. Y así fue, aunque desde ese día, Antonio, no volvió a hacer daño a ningún animalito y ayudaba a todos los que veía con problemas. A partir de entonces, se hizo amigo de todos los insectos de su jardín y por las tardes salía de su casa a jugar con ellos y a darles de comer.





Y COLORIN COLORADO
CON LOS ANIMALES
HAY QUE TENER
MUCHO CUIDADO.

Ana Rubio

viernes, 4 de junio de 2010

Carta de despedida a mis niños de 5 años

“A mis niños y niñas”

Es el momento de despedirnos de esta etapa.. El hermoso viaje que comenzamos juntos llegó a su fin. No debe de ser un momento triste sino motivo de alegría pues significa que has crecido y tienes que continuar el camino.
¡Qué lindo es mirar para atrás, como asomándose por una ventana y recordarte con esa carita de asustado, con tu chaquetón nuevo , tu mochila nueva, agarrado a la pierna de la mamá y llorando desconsoladamente!.

Ese momento quedará grabado en mis recuerdos para siempre y al hacerte mayor, y cuando te vea caminar de la mano de alguna novieta o algún noviete me vendrán a la mente esos recuerdos y me reiré un poquito, pero me sentiré muy orgullosa porque un granito de esa “personita” lo sembré en mi clase durante tres magníficos años.

Trabajamos mucho, como hormiguitas laboriosas, sin descuidar los detalles, compartiendo y ayudándonos a crecer mutuamente, pues tú y tus compañeros y compañeras me enseñásteis muchas cosas y creo que yo a vosotros también.

Muchas veces, te diría que casi todos los días, me sentí una gallina, rodeada de sus pollitos. Compartimos charlas , disfrutamos con juegos, os divertía con cuentos y canciones y fui viéndote crecer desde tus 3 añitos hasta hoy que has crecido tanto….Debo reconocer que disfruté mucho estando contigo , porque tu entusiasmo y curiosidad me contagiaron y renovaron cada día. Junto a tu familia intentamos hacer de tí una buena persona, quisimos educarte en libertad, hacer que crecieran tus alas para ayudarte a volar durante toda tu vida. Hemos pasado momentos buenos y….. de los otros. Me quedo con la carcajada, la emoción, la sorpresa, los perdones, el juego, la alegría... Puse de mí lo mejor. Pido perdón por aquellas cosas que me salieron mal, aún proponiéndome hacerlo bien. Yo te aseguro que un lugar en mi corazón será siempre tuyo...
Querida familia hoy quiero agradecer el trato que me han dado a lo largo de estos maravillosos tres años. ¡Gracias por haberme confiado a tu tesoro más grande, tu hijo, tu hija!
A los papás que hoy también están tristes porque la realidad les dice que sus pequeños bebés ya no son tales, sino que se han convertido en mujercitas y muchachotes, les doy las gracias por su apoyo continuo, por su trabajo, su comprensión, su confianza y su amistad.
A ti, no quiero decirte adiós, mejor “hasta luego” porque siempre estaré ahí para lo que necesites.

“Revisa cada día tu corazón porque cada mañana dejaré un beso para que no me olvides”

Las seño Ana que os quiere muchísimo…

Teatro: Otra Versión Divertida de La Ratita Presumida

Esta es una versión original y divertida creada a partir del cuento de La Ratita Presumida que llevaremos a cabo algunos maestros y maestras del CEIP Virgen de las Angustias de Tabernas en el festival fin de curso 2010.


LA RATITA PRESUMIDA.


Narrador: Erase una vez una ratita que estaba barriendo la puerta de su casa y cantaba:
Ratita: "tralará larito barro mi casita, tralalalarita que está muy bonita , tralará larito barro mi casita"
y de repente miró al suelo y se encontró un billete de 50 €.
Ratita: Soy rica soy rica (gritando alegre por todo el escenario) ¡oh qué suerte la mía! Y con este billete qué haré? Ya sé me compraré un vestido…..o mejor un collar de perlas…..o….mejor me lo guardo no sea que lo pierda y mientras lo voy pensando. (Sigue barriendo la puerta).
Entra Caperucita llorando sin mirar a la Ratita.
Caperucita: ¡Qué desgraciada soy! ¿Qué voy a hacer ahora? No puede ser. Mi mamá me va a matar. ¿Cómo se lo digo?

Ratita: ¿Qué te pasa?

Caperucita: Que esta mañana mi mamá me ha dado 50€ para ir a la tienda a comprar galletas y miel para mi abuelita que está enferma y por el camino he perdido el dinero y ahora no puedo volver a casa porque mi mamá me regañará y….

Ratita: ¿Y has regresado por el mismo camino para ver si lo encontrabas?

Caperucita: Pues claro pero nada de nada.

Ratita: Oye, pues yo barriendo la puerta me los he encontrado toma y cuida de no volver a perderlos.

Caperucita: (Dándole besos en la cara) Muchas gracias ratita, eres mi salvadora, gracias, gracias, gracias… No tengo nada de valor pero por ser tan buena te regalo mi lacito de la suerte …..(Mete la mano en el bolsillo, le entrega un lazo y sale gritando gracias, gracias…).

Ratita: Vaya pues ….me pondré este lacito pero adiós a mi vestido y mi collar de perlas.

Al poco rato pasó por allí un perro que al ver tan elegante a la ratita le dijo: -

Perro: Ratita, ratita pero que rebonita estás. ¿Te quieres casar conmigo?.

Ratita: ¿Y por la noche que harás?
Perro: !Guau, guau, guau!

Ratita: No, no que me asustarás.

Y el perro se marchó ladrando de rabia. Entra un gallo muy altanero

Gallo: Ratita, ratita pero que rebonita estás. ¿Te quieres casar conmigo?.

Ratita: ¿Y por la noche que harás?

Gallo : kikiriki kikiriki

Ratita: No, no que me asustarás.
El gallo agachando su cabeza sale y entra un gato

Gato: Ratita, ratita pero que rebonita estás. ¿Te quieres casar conmigo?.

Ratita: ¿Y por la noche que harás?

Gato: miau miau

Ratita: No, no que me asustarás.

De repente entra en escena un enorme lobo despistado tocándose la barriga

Lobo: ¡Qué hambre tengo! Me comería un elefante. (mirando a los niños/as) ¿habéis visto a Caperucita? ¿y a los tres cerditos? (mira hacia atrás y ve a la ratita)


Lobo: Hola
Ratita: Hola

Lobo: ¿No habrás visto a Caperucita? ¿y a los tres cerditos?

Ratita: no, ¿para qué los buscas?

Lobo: porque tengo mucha hambre

Ratita: Pues no he visto nada de nada.

Lobo: Avísame si los ves

Ratita: Vale

Sale el lobo y se para en mitad del escenario y mira a los niños y se rasca la cabeza como tramando algún plan.

Narrador: uy uy no sé pero me da a mí que el lobo no está tramando nada bueno.

Lobo: (se vuelve hacia la Ratita y con voz dulce) Ratita hoy estás más bonita que nunca ese lazo te hace estar rebonita y guapa guapisima. No sé, pero es que te sienta tan bien que tus ojos se iluminan y……(sigue diciéndole cosas bonitas?

Ratita: Lobo pero qué cosas me dices (mirándolo con ojos enamorada y voz melodiosa)
Lobo: (Arrodillándose, le toma la mano ) ¿te quieres casar conmigo?
Ratita: y me dirás todas esas cosas bonitas y me aullarás cada noche y….
Lobo: Claro, claro, pero casémonos enseguida
Ratita: Cuando tú digas mi amor.
Lobo: Pero tendrás que hacer la lista de invitados
Ratita: ¿Y, a quién invitamos?
Lobo: (tocándose la barriga y mirando al público) A todos, todos, todos tus amigos, por supuesto yo quiero que ese día sea inolvidable para ti ¿Verdad? (pregunta al público)
Ratita: Invitaré a mis amigas las ovejitas y a Caperucita y a su mamá, claro a los cabritillos y a los Tres Cerditos, al señor perro que esta mañana ha sido tan amable y al señor gato y al señor gallo, haré la lista enseguida.

(el lobo se relame cada vez que nombra a alguien exquisito y saca la lengua de asco cuando no le gusta el menú hacia el público). Sale todos

Narrador: y así fue como todo se preparó para el gran día. Entra el lobo vestido de novio y sonríe al ver llegar a los invitados. Entra la ratita y el lobo que está muerto de hambre comienza a perseguirlos gritando

Lobo: Tengo hambre os cogeré y os comeré a todos…y corren y corren y los agarra y se escapan.

Salen todos y queda la ratita sentada en el suelo llorando

Ratita: Pues vaya día tan especial. Este cuento nunca acababa así ¿A que no? Pues vaya fastidio ahora sin dinero y sin marido ¿ Qué será de mí?. (llora)
Ana Rubio

martes, 25 de mayo de 2010

Cuento: El niño sucio

Cuento creado para trabajar hábitos de higiene personal con niños y niñas de infantil.



EL NIÑO SUCIO

Timy era un niño muy nervioso. Se pasaba el día haciendo travesuras en su casa y en el cole y no paraba ni un momento. A Timy no le gustaba bañarse, no cuidaba su aspecto personal, por eso, en el colegio, muchos niños y niñas se alejaban de él quejándose porque casi siempre olía mal. A Timy no le importaba quedarse solo y si los maestros le preguntaban el porqué de esa situación, él siempre contestaba:

-No me importa, estoy mejor solo.

La madre de Timy, que era una mujer muy limpia y aseada, se pasaba todo el día regañando a Timy para que se lavase, aunque casi nunca lo conseguía.

Era tan “marrano” que un día la nariz de Timy llamó a la boca.

-¡Oye amiga boca!, ¿qué te parece la actitud que está tomando Timy últimamente?.

La boca le contestó:

-Mira nariz, yo ahora lo estoy pasando muy mal. Hace más de un mes que Timy no se cepilla los dientes, por eso tengo restos de comida por todos los rincones y como es de hace tantos días, pues huelo fatal, además, mi lengua se está poniendo blanca y mis dientes empiezan a tomar un color oscuro. Ahora le ha dado por comer chucherías y mucho chocolate.

-¡Qué horror!.

-Sí, pues eso no es nada, a mí ya me están empezando a salir caries y mis preciosos dientecillos se están estropeando. Si esto sigue así, se me caerán todos. ¡Estoy tan triste!.

-A mí tampoco me trata mejor- le contestó la nariz- ya no se suena con pañuelo y cuando tengo moquitos, se empieza a meter los dedos una y otra vez hasta que acabo sangrando. Todos los días me hace una herida con sus enormes y afiladas uñas, y como no se las lava ni se las corta, las lleva tan largas, y tan sucias, que las heridas las tengo infectadas, por eso, estoy empezando a inflamarme y tengo tanto dolor. Si esto sigue así ¿qué pasará conmigo?.

- Pues eso no es todo amiga nariz. Si alguna vez Timy bebe algo bueno para su salud, como un vaso de leche, se lo toma tan caliente, que me quema entera, y paso una temporada enferma. En otras ocasiones, se toma los alimentos tan fríos, que se me congelan hasta las encías y, ¡es tan desagradable!.

- Yo creo que nos maltrata demasiado....

Estaban hablando tranquilamente cuando sintieron una vocecita que les gritaba:

- Yo tampoco recibo un trato mucho mejor que el vuestro.

-¿Quién está hablando? – preguntaron la nariz y la boca enseguida.

- Soy yo, la oreja- contestó.

- Y, ¿a ti, qué te pasa?- le preguntó la nariz.

- Hablad más fuerte, que no os oigo.

- ¿Qué a ti qué te pasa?- gritaron a la vez nariz y boca.

-Pues que Timy, se pasa todo el día metiendo cosas en el oído. Unas veces se mete un lápiz, otras se mete una llave, y muchas otras cosas como: palos, tijeras de punta redonda, hojas de papel, ...¡de todo!, hasta que ya no lo aguanto más y se me explota el tímpano. Por eso cada día estoy más sorda. La mayoría de vuestras conversaciones ya no las oigo y... ¡me estoy quedando sorda!.

-Y, ¿qué os parece si hacemos algo para que Timy tenga más cuidado?- dijo la nariz.

La boca pensó un momento y contestó:

- Os propongo que hagamos un pacto para que Timy se dé cuenta de que nos está maltratando, y de que queremos que empiece a cuidarnos un poquito.

- Estoy de acuerdo- afirmó la oreja- las tres unidas tendremos más posibilidades de conseguirlo.

Así fue como la nariz, la boca y la oreja se pusieron de acuerdo y juntas decidieron que no dejarían pasar por ellas más aire, hasta que Timy prometiese comportarse mejor.

La boca habló con Timy y le dijo que no podría respirar más hasta que no hiciera la promesa de cambiar su conducta con ellas.

Timy, que era el niño más descuidado del planeta, no le dio importancia a sus palabras y siguió jugando sin hacer caso.

Al rato, Timy sintió que le faltaba el aire en sus pulmones y empezó a pensar en lo que le habían dicho. Ya estaba poniéndose colorado por falta de aire y aún así no quería hacer su promesa, pues pensaba que la nariz y la boca se iban a arrepentir y le dejarían respirar.

Se equivocaba, pues ni la nariz ni la boca se iban a echar atrás en su decisión.

Había pasado ya tanto rato que Timy empezaba a sentir que se mareaba . ¡Ya no aguantaba más! Y ...

- ¡Lo prometo!. ¡Lo prometo!- gritaba Timy desesperado- ¡Necesito aire!.


En ese momento, le dejaron respirar y desde ese día, Timy parecía otra persona.

Era el niño más curioso y aseado de todo el colegio. Ahora Timy se comportaba estupendamente y tenía una conducta excelente:

- Se sonaba la nariz con pañuelos limpios.
- Se lavaba las manos antes de comer.
- Procuraba comer pocas chucherías y chocolate.
- Cepillaba sus dientes después de cada comida.
- No se metía nada en los oídos.
- Y , una vez al año acudía voluntariosamente a sus revisiones al dentista y al otorrino.

Se cuidaba tanto que ni la boca, ni la nariz ni la oreja volvieron a quejarse de Timy nunca más.

Y COLORIN COLORADO
ES MEJOR SER ASEADO
Ana Rubio

Cuento: Una Tortuga Valiente



UNA TORTUGA VALIENTE”





Había una vez una tortuga llamada Rosi que vivía en una enorme charca. Allí vivían también su papá, su mamá, sus hermanos pequeños y otros animales: ranas, insectos, lagartos, ... y era allí donde venían a beber agua los conejos y los pajaritos del campo.

Hacía tanto tiempo que no había llovido, que la charca se estaba quedando sin agua. Los animales estaban cada día más tristes porque sabían que cuando la charca se secara tendrían que separarse y buscar otro lugar para vivir.

Rosi, que era una tortuga muy atrevida y aventurera, decidió partir en busca de ayuda.

-¡ No te vayas Rosi, que el campo es un lugar muy peligroso para una pequeña tortuga!- le decía su mamá muy preocupada.

Pero Rosi era muy valiente, y sin pensarlo, dio un beso a su familia y amigos y salió caminando lentamente.

Caminó todo el día y habló con muchos animales, pero ninguno pudo ayudarla. Cuando llegó la noche se cobijó debajo de lo que creía que era un piedra y allí se durmió.

Al despertar, sintió que alguien le gritaba:

-¿ Quieres apartarte de mi camino?. Tengo que subir en busca de mi desayuno- le gritaba un caracol muy pequeñajo.

-¡Hola caracol!, ¿ cómo te llamas?.

- Soy Caracolín. Mi familia vive en esta lechuga y les da miedo subir porque tú estás aquí.

-¿ Y tú, no tienes miedo?.

-No. Nada me asusta, soy el caracol más valiente del país de las lechugas.

-¡Oye!, ¿podrías ayudarme?. Vivo con mi familia y muchos otros animalitos en una charca. La charca se está secando y si no llueve pronto moriremos todos. No sé qué hacer ni adónde ir.

-Claro que puedo ayudarte. Tienes que ir al país de la hadas y llamar al Hada Primavera. Sólo ella puede ayudarte. ¡Vamos, te acompañaré!.

-Muchas gracias Caracolín. Eres un buen amigo.

Y caminaron juntos durante muchos días...

Al fin llegaron al bosque de las hadas. Estaba oscuro porque allí había millones de árboles. Rosi y caracolín se fueron adentrando poco a poco en la espesura. De vez en cuando, se paraban a llamar al Hada Primavera.

De repente, algo brillante les llamó la atención. Era un hada blanca, con sus alas de algodón, su cuerpo también blanco que brillaba en la oscuridad, y unos graciosos zapatitos de terciopelo blancos. ¡Era preciosa!

-¡Hola! -dijeron- ¿Tú eres Hada Primavera?

-No, soy Hada Invernal, nuestra compañera Hada Primavera está muy enferma y no puede salir de su casa.

-¿Crees que nos dejaría verla?. Tengo que hablar con ella – pidió Rosi

-No puede hablar, para curarla necesitamos algas marinas y ninguna de nosotras sabe nadar.

-Y, ¿dónde están esas algas?- preguntó Rosi.

-¡Ahí! –contestó señalando una enorme masa de agua.

Sin dudarlo, Rosi se zambulló en el agua y al cabo de unos minutos apareció con su boca llena de algas marinas. Hada Primavera comió las algas y enseguida empezó a sentirse mucho mejor. Al curarse, quiso conocer a los animales que la habían ayudado.


-¡Hola!, gracias por ayudarme.

-¿Hola Hada Primavera! -dijo Rosi y poco a poco le contó su historia.

-¡Claro que yo puedo ayudarte amiga Rosi!

Hada Primavera salió volando con sus preciosas alas de elegantes tonos purpurina, que brillaban bajo los reflejos dorados del sol, y su pequeño cuerpo de bonitos colores, que iban dibujando el paisaje por donde iba pasando. Todo se transformaba a su paso: nacían preciosas flores de todos los colores, el campo se volvía más verde, los árboles sonreían y sus hojas bailaban con el leve soplo del aire primaveral. Todos se alegraban, y gritaban con fuerza y entusiasmo:

¡POR FIN HA LLEGADO LA PRIMAVERA!

Rosi y Caracolín bailaban con las hadas, sin darse cuenta que una fina lluvia de primavera los estaba dejando empapados.

-¡Está lloviendo!-gritaba Rosi llena de alegría.

También en la charca estaban disfrutando de la deseada lluvia, y, rápidamente prepararon una estupenda fiesta para celebrar la llegada de la tortuga más valiente que los animales de la charca habían conocido. Con la fiesta querían agradecerle su gran ayuda.

Desde ese día, todos fueron muy felices y cada primavera, organizan una divertida fiesta para la visita del Hada Primavera, que cada año, se pasa por la charca a ver a su nueva amiga Rosi.



Y COLORIN COLORADO
CON LA LLUVIA
HEMOS ACABADO.


Ana Rubio

Cuento: La oveja y el lobo


“LA OVEJA Y EL LOBO”


En un pequeño pueblo vive Marta, una niña de doce años que cuando no va al colegio, trabaja cuidando el rebaño de su abuelo. A Marta le encanta llevar a las ovejas a pastar a la montaña.
Su abuelo es ya muy anciano y durante la semana él se encarga de llevar al ganado al pie de la montaña. Los sábados y domingos Marta saca el ganado y lo lleva a lo más alto de la montaña para que coma hierba fresca.
-Marta, ten mucho cuidado y no subas tan arriba. Los demás pastores comentan que por allí ronda un enorme lobo- le dice su abuelo todas las mañanas antes de salir.
-No te preocupes abuelo, tendré mucho cuidado- le contesta Marta para tranquilizarlo.
Sin obedecer a su abuelo, Marta lleva a su rebaño a la cima más alta. Le encanta mirar desde allí el pueblo y ver sus casas tan pequeñitas y a la gente que parecen hormiguitas caminando de aquí para allá.
Se pasa todo el día mirando hacia el pueblo, hablando en voz alta y escuchando el eco de su voz, o bien, juega a buscar insectos. A Marta le encanta ser pastora. De mayor le gustaría tener su propio rebaño.
Al llegar la tarde, Marta reúne el ganado y baja a encerrarlas al corral.
Pero un día, una de las ovejas se quedó perdida en la montaña. Cuando la pobre oveja se dio cuenta de que se habían marchado sin ella, se puso muy triste. Ella sola no sabía regresar. ¿Qué iba a hacer ella allí solita?.
-¡Beeee, beeee!- balaba la oveja lo más fuerte que podía, pero no había respuesta, nadie la escuchaba.
Sin saber qué hacer, se tumbó cerca de unas rocas, al menos allí no pasaría mucho frío. Tenía tanto miedo que cerrró fuertemente los ojos y se quedó muy quieta.
De pronto, sintió algo. Alguien se estaba acercando. Pensando que sería Marta que venía a recogerla, abrió los ojos y…
-¡Beeee!- gritó.
Delante de ella, mirándola fijamente, estaba el enorme lobo del que hablaba la gente del pueblo. Tenía unos colmillos afiladísimos y la boca más grande que jamás había visto.
Quería correr, pero sus patas no le respondían. No podía levantarse y pensó que había llegado su fin. Aquel lobo se la iba a comer de un solo bocado.
En cambio, el enorme lobo se quedó quieto, mirándola y le dijo:
-¿Por qué no corres?, cuando me acerco a alguien siempre salen corriendo.
-No puedo, el miedo ha paralizado mis patas- le contestó
-¿Me tienes miedo?, pero ¿por qué?- preguntó el lobo.
-¿Por qué? Pues porque eres un lobo y comes ovejas.
-¿Qué yo como ovejas? ¡Qué asco!, pero si soy vegetariano.
-¡Un lobo que come hierba! ¡ja,ja,ja!. Si se lo cuento a las demás me tomarán por loca. ¡Ja,ja,ja! Un lobo vegetariano.
- Y tú, ¿ de qué te ríes?- le pregunta el lobo un poco enfadado.
-No te enfades, es que jamás me lo hubiese imaginado. La gente del pueblo comenta tantas cosas sobre ti, que te tenemos pánico.
- Ya ves, no se puede hacer caso de los comentarios- le reprocha el lobo- Por cierto, ¿ te gustaría ser mi amiga?. Todo el mundo me teme y nunca he tenido ningún amigo ni amiga. Estoy siempre tan solo y tan aburrido.


Pasaron casi toda la noche hablando. Un poco antes del amanecer se quedaron dormidos.
Marta, como cada mañana, llegó muy temprano a casa de su abuelo. Sacó a las ovejas del corral y subió a la montaña.
Se quedó parada. No podía creer lo que sus ojos estaban viendo. La oveja que le faltaba, que creían devorada por el feroz lobo de la montaña, dormía plácidamente al lado del malvado lobo del que tanto había oído hablar en el pueblo.
Al sentir al resto de las ovejas, los dos amigos se despertaron. El lobo no sabía lo que hacer cuando vio a Marta mirándolo y se quedó quieto al lado de su amiga.
La oveja le contó a sus compañeras todo lo sucedido y se rieron un buen rato al saber, que aquel lobo al que tanto temían, comía hierba.
Sin darle mayor importancia, las ovejas comenzaron a saborear la exquisita hierba. Marta no se movía, pero sabía que si las ovejas no le tenían miedo al lobo, ella tampoco tenía que temerlo.
El lobo un poco más tranquilo se puso a comer al lado de su amiga ante el asombro de Marta.
Desde aquel día, el lobo espera impaciente la llegada de sus amigas que como cada sábado y domingo suben a pastar a la montaña más alta con su pastora Marta.
Se ha hecho amigo de todas las ovejas y se lo pasan estupendamente durante todo el día.

COLORIN COLORADO
ESTOS BUENOS AMIGOS
JUNTOS SE HAN QUEDADO

Ana Rubio

Cuento: Mi Caballo de Colores



MI CABALLO DE COLORES


Isa es una niña de 4 años. Vive en una casa con su papá, su mamá y José, su hermano pequeño.

Desde muy pequeñita, a Isa le gusta mucho pintar y colorear sus dibujos. Por eso, su mamá siempre le regala lápices y cajas de colores para que juegue en su casa.

Un día, Isa dibujó un precioso caballo y lo pintó con todos los colores que tenía. Le había salido tan bonito que... ¡Qué contenta estaba de su precioso caballo de colores!.

Después de mirarlo un buen rato, a Isa le dio mucha sed. Sacó la botella de agua de la mochila, bebió y la dejó encima de la mesa.

-¡Tengo mucha hambre!- le dijo a su hermano que estaba jugando con un camión en el suelo del comedor y, se fue hacia la cocina.

Después de comer unas galletas, volvió para seguir pintando y ...

-¡Mamá, mamá!, Jose ha roto mi precioso caballo de colores –gritaba la pobre casi llorando.

Jose había cogido la botella de agua y la había vaciado sobre el dibujo de su hermana, haciendo que todos los colores se mezclasen y que su dibujo, quedara tan difuminado que apenas podía distinguirse.

-No te preocupes cariño-le dijo su mamá consolándola, -ya verás cómo mamá te lo arregla enseguida. Vosotros subid a echar la siesta y cuando os levantéis estará como nuevo.

¡TAC TAC!
Alguien estaba tocando en la ventana de la habitación.

-¡Hola Isa!.Soy yo, tu precioso caballo de colores.

Isa no podía creerlo. Allí, volando delante de su ventana estaba su caballito.

-Subid a mi lomo que vamos a dar un paseo- les dijo el caballo a los dos niños.

Así, montados sobre su caballo, pasaron toda la tarde . Volaban por encima de las casas, por encima de los árboles, por encima del parque, ...¡Qué alto volaban los tres!. ¡Cómo se divertían y disfrutaban de su paseo!.

-¡Arre caballito, arre!- chillaba Isa muy contenta.

Estaba tan distraída y emocionada, que no se había dado cuenta de que alguien la estaba llamando. Miraba y miraba por todas partes y no lograba ver a nadie, aunque seguía escuchando su nombre cada vez más fuerte.

-¡Isa, Jose, despertaos que ya es muy tarde!.

Isa se frotó los ojos de mala gana y miró a su alrededor. Allí, de pie junto a la puerta del dormitorio, estaba su madre. Siguió mirando por todas partes en busca de su precioso caballito, pero no vio nada.

Entonces, ¡todo había sido un sueño! ¡ Un maravilloso sueño!

Bajó corriendo las escaleras y buscó su dibujo. Su mamá lo había puesto al sol para que se secara y ya estaba bastante seco. Lo cogió y se quedó allí, mirando a su precioso caballo de colores.


Y colorín colorado
Con un bonito sueño
Este cuento se ha acabado.
Ana Rubio

lunes, 24 de mayo de 2010

Obra de teatro




Con motivo de las jornadas dedicadas para commemorar el Día del libro surgió la idea de llevar a cabo una proyecto de animación a la lectoescritura y culminarlo con la puesta en escena de la obra de teatro "Caperucita de Colores".


El resultado final ha sido un rotundo éxito.


La participación ha sido bastante elevada desde los niños y niñas de la Guardería Municipal hasta el alumnado de infantil, 1º y 2º ciclo de primaria.

domingo, 7 de marzo de 2010

Colaborando con Haiti


Tras la tragedia de Haití, los niños y niñas están muy sensibilizados con el tema. Han colaborado con entusiasmo aportando sus donativos, haciendo dibujos y aportando ideas con las que ayudar a los más necesitados:

Algunas de sus frases son:

-Podíamos mandarle mi desyuno, si yo casi nunca me lo como entero.

-O comprarle mucha comida y que se la lleven en avión.

-Mi madre dice que ha metido mucho dinero en la hucha para ellos.

-Se van a morir, tenemos que ayudarles